lunes, 2 de junio de 2014

EL ENAMORAMIENTO Y LA DEPENDENCIA EMOCIONAL




           EL ENAMORAMIENTO Y EL AMOR VERDADERO


¿AMAS O DEPENDES EMOCIONALMENTE?
¡SI TU PAREJA O CUALQUIER OTRA PERSONA TE HACE SUFRIR, APÁRTALA DE TU VIDA!

Si quieres y lo deseas con toda tu alma, puedes ser libre de todo tipo de dependencia. Hazte un favor, ¡inténtalo! La libertad emocional del ser humano es muy importante para su realización personal y profesional.

Mi vida personal ha estado marcada por este tipo de relación, el daño fue tan grande que aún estoy pagando facturas emocionales y materiales, generadas por esa mala experiencia. Cuando por primera vez me enamoré después de muchos años desdeñando ese tipo de experiencia, todo en mi vida cambió por completo; la magia y el espejismo del enamoramiento me hicieron creer que no existía nada más sublime y deseable que abandonarme a los caprichos del amor, y a la voluptuosidad de la pasión, renunciando a todo lo que, hasta ese momento, con mucho esfuerzo y lucha, había conseguido. Cuando el enamoramiento me sorprendió de súbito, yo vivía en armonía, con sosiego, disfrutaba de mis logros con alegría y satisfacción, me entregaba a mi hija y al servicio humanitario que llevaba a cabo. Al enamorarme todo esto me parecía ya poco, ante mis ojos se desvelaba un mundo incognoscible de felicidad infinita, merecedora de cualquier renuncia. A la luz de este espejismo cometí grandes equivocaciones y sufrí la amargura del engaño y la traición, pero también viví momentos intensos de gozo y de placer y, sobre todo, me quedaron mis hijos, que son lo que más adoro.
Después de estar envuelta durante algunos años en una telaraña  de maltrato psicológico continuo  y,  dependencia emocional, que me había anulado por completo, conseguí salir airosa y fortalecida, retomando la  sensatez, la estabilidad y el sosiego en mi vida.

Lamentablemente, muchos de los enamoramientos derivan en dependencias emocionales que afectan a una de las partes. En mi historia personal es justo lo que sucedió.

Existe violencia física en muchos hogares, pero es muy probable que el maltrato psicológico sea aún más exponencial, aunque es difícil precisar las cifras. En las parejas en las que una de las dos partes padece dependencia emocional está siempre presente este tipo de maltrato que es muy nocivo y dañino para la salud mental y física. Las personas que tienen una dependencia emocional y afectiva de sus parejas son muy vulnerables y están muy expuestas a sufrir malos tratos psíquicos y físicos.
En una relación sana no se hipoteca la vida del otro, ni se deja hipotecar la propia. El apego desmesurado y la obsesión por el ser amado es devastador para nuestra salud emocional y nos conduce a una dependencia emocional patológica.
Una relación enfermiza puede llegar a sacar lo peor del ser humano: celos, inseguridad, obsesiones, violencia, pérdida de identidad; este tipo de relaciones son definitivamente tóxicas para nuestra vida y hay que apartarlas de inmediato.

Las dependencias emocionales no son solamente las de pareja, también hay otros tipos de relaciones enfermizas que anulan al ser humano, por ejemplo, de los hijos hacia los padres. Hay padres que tienen una influencia enfermiza sobre sus hijos y roban su infancia, su juventud y su vida en general.

¿QUÉ HACER SI TE ENAMORAS Y NO TE CORRESPONDEN O SI SIMPLEMENTE HAN DEJADO DE QUERERTE?

Hace poco tuve la experiencia de enamorarme de nuevo; después de haber transcurrido veintitrés años desde mi primer enamoramiento, de nuevo me ocurrió, este sentimiento llegó sin previo aviso, como casi siempre sucede, cuando menos lo buscaba. Llevaba años rehusándome a recaer en el error de enamorarme de nuevo. Filosofaba y escribía a menudo sobre la estupidez del enamoramiento. Ha sido una experiencia muy diferente de la primera, pero igual de intensa y profunda; la madurez, la experiencia de la vida marcaban esa diferencia.

Al igual que la primera vez, las circunstancias eran adversas y las diferencias personales en cuanto a carácter y forma de ver la vida eran casi insalvables. Estas realidades me dieron pie para comprender que continuar con esa relación sería arriesgarse al desastre y a la frustración total. Nos dimos una tregua para reflexionar, y, al final, la tregua se convirtió en ruptura. Indudablemente, era lo mejor para las dos partes. Sentí pena y dolor, pero por poco tiempo, a día de hoy sigo sintiendo un profundo cariño por esa persona, pero he renunciado a ella con serenidad. La hermosa experiencia de amor que hemos compartido juntos nos hizo felices mientras duró, y este hecho ha dejado huellas imborrables. 
A hora lo que más deseo es poder restablecer la amistad entre los dos.
Obsesionarse con un enamoramiento que sabes que no te hace bien alguno es una insensatez y más aún si no es correspondido.

Si se pone en práctica la inteligencia emocional, estoy segura de que, por más fuerte que sea la dependencia emocional y la obsesión, se puede superar. Existen muchos recursos que nos ayudan, pero la decisión es individual.

Los escritores y terapeutas Leo Busgcalia, Water Riso y Jorge Bucay han escrito mucho sobre los enamoramientos adictivos y orientan de una manera muy persuasiva sobre cómo liberarse de las emociones negativas que surgen cuando no te corresponden o cuando simplemente te dejan de querer. También es muy recomendable Tus zonas erróneas, del D. Dyer.

Algunas sugerencias


  • Ocupa tu mente en cosas que no te recuerden para nada a la persona de la que estás enamorada.
  • Busca ayuda profesional si lo consideras necesario.
  • Lee mucho, selecciona buenos libros, escribe lo que piensas y sientes, esta es una buena terapia para el alma.
  • Fomenta tu autoestima, haz aquellas cosas que se te dé bien hacer o que más te gusten, cuida tu aspecto personal, esto te hará sentir bien.
  • Valora una a una todas las cualidades que tienes tú como persona, y piensa en lo mucho que te mereces, quiérete mucho.
  • Evita frecuentar lugares en los que hayáis estado juntos o a los que la otra persona suela ir.
  • Piensa todo lo que puedas en los defectos que esa persona tiene, empléalos como elementos disuasorios.
  • Debes mentalizarte con esta frase: quien no te quiere no te merece, no necesitas en tu vida a quien no te necesita en la suya.
  • Conoce gente nueva, realiza actividades nuevas. 

Y recuerda sobre todo esto: los pensamientos son los que crean las emociones y los sentimientos. Si una enfermedad te quitara la capacidad de pensar ahora mismo, dejarías también de estar enamorado de esa persona, así de simple, esa es una realidad irrefutable. Tú puedes ser el amo de tus pensamientos y de tus emociones, solo tienes que disciplinar tu mente y crear pensamientos que te liberen y te den armonía y sosiego.

Pronto te darás cuenta de que no merece la pena sufrir por alguien que no te quiere y que seguramente no te merece, y que te mereces todo lo mejor del universo.
La lectura es una ayuda excepcional, y hacerte una higiene mental observando la realidad y aceptándola sin resistencia el tiempo todo lo cura, puedes salir fortalecido de cualquier experiencia por muy difícil que esta sea y aprender de ella.
Recuerda: si hay alguien o algo en tu vida que no te deja ser libre y te esclaviza emocionalmente, libérate de esa influencia. Da igual quien sea o lo que sea, tienes derecho a ser tú mismo y a vivir libre y en armonía.

EL VERDADERO AMOR

Muy a menudo confundimos el amor con la necesidad de compañía, la necesidad afectiva nos hace muy vulnerables y nos puede llevar por una trayectoria de relaciones frustrantes. Aplicar la inteligencia emocional a la hora de elegir pareja sería lo más práctico, pero resulta casi imposible.

Lo perfectamente deseable es que el enamoramiento, que es un estado transitorio con muchos componentes químicos intrínsecos, en el que los neurotransmisores y las hormonas desempeñan una función muy importante, trascienda al verdadero amor, que es duradero en el tiempo y aporta enormes satisfacciones emocionales (potenciar la producción de oxitocina).

Para que esto sea posible solo hay un camino: el del crecimiento interior; de lo contrario, toda relación de pareja se ve condenada a la frustración, bien sea por la ruptura o por una convivencia vacía en lo afectivo y en lo emocional o, en el peor de los casos, conflictiva.
Una de las mayores causas de fracaso en la pareja es la falta de una sincera comunicación y el sentido de posesión del otro individuo, esto es nefasto para cualquier relación.
El verdadero amor es humilde y sencillo, no se jacta ni presume, no subyuga ni somete, el amor es la esencia de la vida y del bienestar emocional. El amor verdadero nos libera y nos permite liberar al ser amado, nos permite vivir plenamente el prodigio y el gozo de amar siendo libres plenamente, liberándonos del miedo y de las expectativas, el amor en libertad se fortalece con lazos indelebles e irrompibles y nos hace grandes en lo humano.

Si amas a alguien, déjale libre, si permanece a tu lado o se marcha para regresar a ti, es porque os merecéis mutuamente la experiencia de ese amor y, si nunca regresa, simplemente no os merecíais, acéptalo sin resistencia, piensa que todo tiene una razón de ser y quizá el tiempo te tenga reservado lo que realmente te mereces.
El amor que hipoteca y anula la libertad del ser amado no es en realidad amor, no es más que una obsesión que conduce a la dependencia emocional. El amor profundo transita por los senderos del deleite físico y trasciende a la experiencia de dos almas que se funden profundamente en un abrazo eterno, siendo esta última una experiencia gozosa que perdura en el tiempo.
El camino del amor no es fácil, pero el amor es el único capaz de vencer todos los obstáculos que se cruzan por ese largo caminar, el amor obra milagros, no hay nada que el amor no pueda superar.